Ahora que estás leyendo este artículo te estás haciendo más mayor… Seguro que alguna vez te has parado a pensar cómo pasa el tiempo y la edad que tienes. ¿Sientes que tienes esa edad?¿Cómo llevas el paso del tiempo?¿Te gusta la edad que tienes?. Evidentemente, son preguntas que todos nos hemos planteado alguna vez.

¿Sabes que hay gente que sufre cronofobia o gerontofóbia? Ambos términos son enfermedades relacionadas con la edad y el paso del tiempo. La primera de ellas es una patología que muestra un trastorno de ansiedad por temor a observar cómo el tiempo avanza sin poder evitarlo. Estas personas son incapaces de aceptar la edad que tienen. Su escudo es apoyarse en el pasado y vivir como si tuvieran la edad que tienen. Por otro lado, la gerontofóbia es el terror a envejecer. Para estas personas la arruga no es belleza ni experiencia sino un deterioro físico y emocional. En ambos casos la base de estas patologías es la falta de aceptación de uno mismo, de saberse cómo es y saber vivir consigo mismo.

Debemos aprender a vivir con el paso del tiempo sin pensar que los momentos pasados fueron mejores y que el futuro prometedor llegará. Lo que importa es vivir el presente.

Vivir el inexorable paso del tiempo como algo positivo o negativo depende de donde focalicemos nuestros objetivos. La ‘línea de la vida’ consiste en encontrar el equilibrio entre «ser – hacer – tener».

Si enfocamos nuestra vida en hacer y tener (coche, casa, matrimonio, dinero, viajes, etc.), posiblemente suframos en algún momento alguna crisis por comprobar lo que de verdad hemos conseguido. En este pensamiento, el tiempo y la edad serán algo negativo y lo etiquetaremos como «el tiempo no se puede detener». Ahora bien, si nos centramos en el ser, en aquello que queremos y en quienes somos, el tiempo y la edad se convierten en buenos aliados.

Algo que, inevitablemente es real es que físicamente el tiempo pasa por todos. En nosotros está saber cuidarnos y estar activos para sentirnos bien. Echar la culpa a un número y encasillarnos dentro del estereotipo provocará la perdida de libertad emocional para sentirse a gusto con la edad que se tiene.

No nos podemos obsesionar con el paso del tiempo. Los niños tienen que ser niños, los adolescentes jóvenes llenos de ilusiones y los adultos y tercera edad, ¡también!. ¡Que nadie te etiquete por la edad que tienes! Siéntete libre para ser como quieras a la edad que quieras.

Muchas veces, quien demuestra falta de aceptación personal son los ojos que te miran y no tu, así que es importante no dejarse influir por las carencias de los demás.

Hay personas que aceptan mejor el paso del tiempo que otras, pero casi todos hemos pasado por alguna crisis de crecimiento en la cual aterrizamos de golpe sobre nuestra situación personal en ese momento y esto ayuda a reflexionar y mirar con perspectiva para reconducir nuestros pasos.

La forma de enfrentarse al paso del tiempo y a los cambios físicos es diferente en hombres y mujeres. Los hombres se plantean más su faceta profesional, su futuro y la vida mientras que a las mujeres les afecta más a la autoestima, la capacidad de quererse, cuidarse o valorarse.

Para Isabel Serrano-Rosa, directora y psicóloga de EnPositivoSí, «asumir lo que no queda más remedio que asumir es un aspecto de la serenidad, no de la resignación». Si las personas se cuidan tan física como psicológicamente, el resultado será «la sabiduría» para vivir el presente y aceptar la persona que somos verdaderamente

Hay cosas que se pueden cambiar y otras no. El tiempo seguirá pasando y seguiremos cumpliendo años. ¿Cuántos años tienes? ¿Te gusta la edad que tienes?

PD.: Gracias por prestarme tu tiempo al leer este artículo.

Fuente: El Mundo. Gema García Marcos.